viernes, 18 de noviembre de 2011

La Octava Maravilla de Loeb

Nadie podía pensar  que aquel chico francés que iba para gimnasta de alto nivel podía convertirse en el piloto más laureado de la historia del automovilismo, adelantando a míticos del mundo del motor como "Schumi", y es que a mi parecer Sebastien Loeb pasará a la historia como un grande del deporte y alguien al que será muy difícil de superar. 
Ganar un mundial es complicado, pero ya hacerlo ocho veces de forma consecutiva es algo extraordinario, y por eso vamos a analizar la aportación del francés al mundo del motor.
En 2004 gana el primer mundial con citroen,  y es el primer francés que gana con un coche galo y es además, el primer piloto no nórdico en ganar el rally de Suecia. Al año siguiente consigue el récord de victorias en una temporada, diez, y este año además de demostrar que es un gran piloto demuestra ser mejor persona al cometer una infracción en el rally de Gran Bretaña, en el cual lo eliminan y así no puede proclamarse campeón en esta prueba, esto lo hace porque un día antes en el mismo rally muere Michael Park copiloto de Markko Martín.
Tanto en 2006, como en 2007 y 2008 gana cómodamente el mundial: en el primero bate el récord de victorias en el mundial de rallies (WRC), el cual poseía Carlos Saínz,  y en el segundo es nombrado caballero de la legión de honor francesa. 
2009 demuestra su aplastante dominio ya que en las primeras cinco carreras las gana muy holgadamente y se dedica a conservar su ventaja, el año pasado gana su séptimo mundial y pese a anunciar su retirada citroen lo renueva dos años más, cosa que el francés aprovecha para en 2011 conseguir el récord que poseía Markku Alen de victorias en tramos, esto lo consiguió en el rally de Cataluña, y se llegaba al Rally de Wales (la última prueba del mundial de rallies) con mucha emoción, algo de lo que había carecido el mundial en los últimos años. 
Sebastien Loeb aventajaba a Hirvonnen en tan solo 8 puntos, pero al igual que le sucediera hace dos temporadas al finés se le paró el coche en la primera jornada y dejó vía libre al heptacampeón, Loeb, para ganar su octavo título quizás más fácil de lo esperado, pero también el más sufrido y el más trabajado.




Tras repasar la historia del galo, cabe hacerse una reflexión: No me aburre ver a un grande del rallismo mundial, creo que ver conducir a un piloto como Dios nunca aburre, pero lo que si me aburre es ver la facilidad con que logra ganar carreras y hasta ahora ocho campeonatos mundiales. Lo mismo pasaba con Valentino Rossi en Moto GP, e incluso llegó a pasar con Michael Scumacher en la F1, pero a diferencia de Loeb, tanto el alemán como el italiano decidieron en un momento de sus carreras dar un paso importante hacia un verdadero reto.


Fuente: www.elmundo.es, wikipedia.org, 

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